04 julio 2012

Una huella de la leche


Un litro de leche de vaca tiene una huella de carbono, de media global y según la FAO, de 2,4 kilogramos CO2-equivalente. Esto es más o menos el mismo CO2 que emite al quemarse un litro de gasolina.

La huella de carbono (carbon footprint) de un producto, invento contable ecologista, es el total de las emisiones de carbono asociadas con su producción o con su consumo, o con los dos procesos. Se suele expresar en kilogramos de CO2-equivalente. Se entiende por CO2-equivalente la cantidad de emisión de CO2 que ocasionaría el mismo efecto de aumento de radiación (radiative forcing) que la emisión de una mezcla cualquiera de gases invernadero, ya sea de CO2, de metano o de algunos otros más raros.


Las vacas transforman gran parte de la materia orgánica que ingieren en gas metano, CH4, que tiene un potencial de calentamiento mucho mayor que el CO2. Quiere esto decir que cada molécula de metano, por término medio y mientras dura en la atmósfera, retiene en la troposfera mucho más calor que una molécula de CO2. Nosotros, los humanos nos portamos bien y solemos transformar casi todo el carbono que ingerimos en CO2 y sólo una pequeña parte y en raras ocasiones, especialmente si hemos comido alubias, lentejas o garbanzos, lo transformamos en el fatídico metano. Las vacas tienen la mala educación ecológica que, sin vergüenzas ni complejos, transforman gran parte de ese carbono en metano. Y en leche.


ps. ... y si para fabricar un kilogramo de mantequilla hacen falta 25 litros de leche, usted calcule la "huella de carbono" de la mantequilla. Pobres franceses, van a tener que cocinar con aceite de oliva.


Greenhouse gas emissions from the dairy sector (FAO)