06 diciembre 2008

Tonto el último


Que probablemente será mi alcalde. Hoy veo en el periódico de mi provincia una fotografía de unos cuantos concejales pedaleando sobre unas bicicletas fijas conectadas a un generador e intentando encender un birrioso árbol de Navidad instalado frente al ayuntamiento. Para concienciar a la gente del cambio climático y dar ejemplo del ahorro de energía a base de sofocarse uno mismo y soltar vía pulmones más CO2 que de costumbre. La vuelta a la fuerza bruta. Esto es el País Vasco, ya saben, y nos gusta.

Leo en el New York Times, sin embargo, que la burbuja del cambio climático se deshincha en la prensa occidental (a la otra no le ha interesado nunca). Un estudio indica que la frecuencia de artículos relacionados con el cambio climático decrece inexorablemente (ver figura).

Ahora mismo están reunidos en Poznan (Polonia), y llevan ya una semana, más de 10.000 burócratas pertenecientes a cientos de comités climáticos gubernamentales y no gubernamentales, discutiendo de cómo acabar con el CO2. La prensa, sin embargo, no les dedica más líneas que a los que peregrinan a la Meca. (siga aquí la asamblea y se reirá: Comienza la conferencia de Poznan | Valdeperrillos.com)


Desciende el consumo de electricidad, desciende la producción de acero y de automóviles, desciende la producción de cemento, descienden, en definitiva, las emisiones de CO2, para alegría de Gabilondo, que, como yo, también es tonto y donostiarra. Felices fiestas.