08 febrero 2008

No cocinen


Desde que un homínido descubrió la manera de hacer fuego (madera, aire y chispa) comenzaron las emisiones de CO2.

Hoy he leído en las noticias del Met Office que en China han transportado 500.000 velas por avión urgente a la provincia de Hubei. Esa sería una de las primeras utilidades del fuego: iluminarse.

La segunda utilidad sería calentarse.

Y la tercera, la más importante, cocinar. "Cocinar hizo al hombre" se titulaba un libro, que leí hace tiempo, del biólogo español Faustino Cordón. Según él, cocinar, transformar mediante el calor la composición química de los alimentos para hacerlos sabrosos y comestibles, es lo que nos separó definitivamente del resto de la animalidad, que sólo puede comer lo que la naturaleza le permite digerir.

Han empezado a predicar (sin mucho éxito) que tenemos que iluminar menos y calentar menos las casas. Ahora ya empiezan a sugerirnos que también tenemos que cambiar la dieta y pasar a una que sea algo así como: ensalada principal de primero, ensalada diferente de segundo (con pasas y piñones) y macedonia de frutas autóctonas de postre.

Si seguimos así, sin reaccionar, muchos de los de la foto se van al paro.