05 junio 2007

Qué bonita la autarquía


"La mejor patata, la de mi huerta". Lo decía la prensa franquista.

Hoy nuestros periódicos añadirían: qué ecológica !  Frita, cocida, asada o en puré, cuando la como, transformo su carbono en CO2 y contamino (más de un kilogramo de CO2 exhalo cada día al aire).

Pero ... si la cultivo en mi huerta, mi emisión neta es nula. Se lo voy a decir al alcalde. Que si realmente queremos que las emisiones netas de nuestra ciudad se reduzcan, deberíamos comer nuestras patatas, nuestras lechugas, nuestros huevos. Pues ahora, que prácticamente lo importamos todo, emitimos de forma neta al año unas 60.000 toneladas de CO2 (somos 180.000 habitantes), sólo por comer y respirar, sin contar lo emitido en el proceso de transporte.


ps. La reseña, publicada en el periódico "Odiel" el 10 de Abril de 1939, la he extraído de un libro muy bueno que estoy leyendo: "Espías y neutrales, Huelva en la II Guerra Mundial", de Jesús Ramírez Copeiro.